20/06/2014
Aprovechando el feriado por el día de la Bandera nos pusimos a buscar alternativas para una salida a pescar de costa ya que con bastante anticipación las excursiones embarcados estaban completas. Por otro lado hacía falta una de esas jornadas para reencontrarse con lo que originó el gusto y pasión por este deporte.
Salir a pescar con mis hijos y amigos tal como cuando eran chicos y había que estar distendidos, preparándole la caña, líneas y carnada. No era el caso hoy en día ya que aprendieron bien y hoy me llenan de escamas, jeje.
Luego de varias alternativas nos dijimos: ¿por qué no ir al puente de hierro del viejo camino a Ibicuy? Y hacia allá partimos…
Salimos a las 7 am y a las 8 ya estábamos comprando la carnada (mojarra viva) en “La estación del pescador” en la YPF que se encuentra antes de pasar el peaje de los puentes del complejo Zárate-Brazo largo. Estaba lleno de gente, parecía que todos aprovechamos el feriado y era un hormiguero el lugar. Claro que después nos distribuimos y como suponíamos no iba a ver mucha gente donde pensábamos pasar el día.
El viejo camino a Ibicuy está a la altura del KM 143, hay que girar a la izquierda, donde se encuentra un viejo almacén
Todavía de ripio, pero no por mucho tiempo, ya que están a full las obras viales, ensanchando y poniendo asfalto lo que va a dar mayor circulación a la zona ribereña del Paraná tal como nos comentaron los amigos de la Casa de la provincia de Entre Ríos que están trabajando para realzar ese corredor tan rico en pesca con las particularidades diferentes a la conocida costa del río Uruguay.
Llegamos al puente de hierro que cruza el Río Paranacito tras 10 km de trayecto zigzagueante, lo cruzamos y unos 500, 600 mt adelante se encuentra una tranquera a la izquierda, que pasamos en un camino que si bien esta firme es de tierra y salvo que vayamos con una camioneta hubiera sido difícil poder acceder. Hay un camping antes de cruzar el puente pero preferimos ir a donde íbamos hace muchos años ya que el rio en ese lugar hace un codo que a mi entender (aunque tuviéramos el Sol de frente) en el remanso que se forma deberían estar los peces, por lo menos en ese tramo.
Armamos cada uno su caña (lo aclaro porque antes tenía que armar yo los 3 equipos), líneas de 3 boyas, laguneras, chupete, palito, esféricas, cometa, rojas, rojas y negras, naranja y negras directamente, con punteros para llegar al medio del curso, ya que como dije antes teníamos el sol de frente y un poco hacia la izquierda. Tras la primer pasada, Claudio clavo un peje, de medida, pero que peleo mucho, a 25 cm de profundidad. Como siempre nos animamos, nos miramos y sin hablar pensamos todos que ese era el lugar, que ese era nuestro día y que no habíamos traído suficiente carnada para llegar al medio día. Lejos estuvo nuestro cálculo, jajaja. Había muchos piques, pero chicos, que devolvimos.
Cambiamos profundidad (hasta 60 cm llegamos), anzuelos, boyas y no se daba. Otra cuestión era la carnada que se trataba de mojarras muy grandes y no podíamos clavar bien, igual eran muy chicos.
Luego de un buen rato tuve un pique y saque mi peje, fue una seguidilla de piques sin poder pescar y se cortó de nuevo. Hasta se plancho el curso de agua, y bue, paramos para picar algo, por supuesto que todo el tiempo la pasamos hablando, acordándonos de anécdotas y disfrutando de la presencia de Gabriel R. que hacía mucho que no venía a pescar. Luego del relax, volvimos a las cañas y ahí tuve un pique de esos soñados, cayó la línea y casi instantáneamente una corrida furiosa, que deparo en un excelente peje de 40 cm, macizo y muy bien alimentado que zapateo y llevo muy firmemente. Otra vez nos ilusionamos pero sería el último, salieron luego 2 amarillos y un par de pequeños pejes.
La nota la dimos Gabriel R. y yo que tuvimos que salir a pescar al “vuelo“ cada uno su línea que como queríamos llegar al centro del curso se cortaron y con un señuelo de esos que se utilizan para la pesca del calamar, caminamos 500 mt para poder traer las líneas, lastima una de las boyas de Gabi que siguió su curso con pique.
En fin, tres Pejes, un día de amigos, y como dice Gaby “viendo la tierra bañada de sol” con aire de las “llanuras” agregaría yo parafraseando el tema de La Renga, la pasamos de diez.
Vamos a volver, espero que sea para una revancha con el peje, sino, desde la primavera en adelante es un lugar para ir a buscar, doraditos y tarariras con señuelos, bogas, y por supuesto bagres, carpas, armados, patíes y hasta algún cachorrito.
Nota: el lugar no cuenta con ningún servicio, pasa un baqueano y cobra $ 15 por persona, la alternativa para ir con la familia es en la margen de enfrente que se encuentra el camping.
Hasta la próxima y Mucha Pesca para todos.
ALBUM DE FOTOS
Fabio
